Hace poquito, Isabel de Cakes para ti nos compartió una receta de Rosquillas de Santa Clara y en ella hablaba de estos libros antiguos de recetas que le gustan tanto y justo le comenté que me encantaba hojear los libros de mi madre porque son capaces de sacarte una receta buenísima como ésta que os presento hoy. La verdad que no pensaba que iba a poder comprobarlo tan rápido pero en éste momento Isabel, me acordé de ti 😉. Os cuento, el lunes pasado, justo el último día que estuvieron mis padres antes de volver a Francia, fuimos los 3 al mercadillo de un pueblo cercano. Mi madre compró habas entre otras cosas y justo al lado de la caja de las habas había guisantes, yo pauvre de moi , nunca los había visto frescos (sí, a veces soy muy de ciudad jeje 🙈). La dependienta me abrió una vaina viendo mi curiosidad y me dio a probar los guisantes en crudo, qué cosa más rica!! Se me maravillaron las papilas gustativas y enseguida le pedí a la mujer que me echará un par de puñados en una bolsa. Qué feliz volvía del mercado pero no tenía ni idea de como cocinarlos y llegando a casa, mi madre sacó su sagrado libro del cajón (siempre lo lleva con ella 😁) y me enseñó una receta que copie de inmediato (más bien le saqué una foto al libro). Me dí cuenta de lo fácil que era de preparar y que además tenía todo lo necesario en mi despensa. Al día siguiente me puse manos a la obra y el resultado fue un exitazo! Me encantó y a mis chicos también, un manjar señores!! Creo que él que nunca ha probado guisantes frescos no sabe lo que son realmente porque los de la lata no tienen NADA que ver!!
Para 2 personas
300 g de guisantes frescos (ya sacados de las vainas)
200 g de tiras de bacon
1/4 de cebolla
1 diente de ajo
1 zanahoria
1 hoja de lechuga
1 pastilla avecrem (de vuestro gusto)
20 g de mantequilla
Un poco de azúcar
Sal y pimienta
Preparamos primero todas las verduras. Desenvainamos los guisantes, si tenéis niños les va a encantar, Luca se lo ha pasado pipa haciéndolo jeje! Luego los metemos en un escurridor y los lavamos.
Pelamos la zanahoria y hacemos unas láminas finas, yo las hice con mi pelador. Cortamos la cebolla en juliana, pelamos el ajo y lo aplastamos con la mano. En la receta original también había clavillos pero yo no tenía... En cuanto lo tengamos todo listo ya podemos empezar.
En una olla pequeña a fuego medio, echamos la mantequilla y vamos añadiendo todos los ingredientes, la cebolla primero y el diente de ajo, luego los guisantes, la zanahoria, la hoja de lechuga, la pastilla de avecrem, el azúcar (yo eché medio del sobre que veis en la foto) y las tiras de bacon. En la receta del libro de mi madre no había bacon pero yo decidí hacer este pequeño cambio y fue un acierto, podéis no obstante no echar bacon a la receta. Sin esperar, añadimos 3 c/s de agua, la sal y la pimienta.
Tapamos de forma hermética con un plato hondo lleno de agua fría y bajamos el fuego. Tenía mi inducción puesta en el 5 y la baje al 3. Dejamos cocer durante 45 min, apagamos el fuego 10 min antes de que se acabe el tiempo, es decir a los 35 min y dejamos tapado. Y voilà!
Fácil no? Como os decía, encontré esta receta en un libro de cocina de mis padres, un libro que tendrá más de 40 años y que siempre he visto por la cocina de mi casa (la de mis padres)... Este libro confirma la regla, muchas veces las cosas más sencillas son las más ricas y sobre todo las recetas de toda la vida son las que dan más placeres a la hora de degustar un plato, no creéis? Ah! Y ayer volví al mercadillo a por más guisantes!! 😋
Bon appétit!!